Charco La Jaiba: El sendero escondido de Bonao que te hará amar la naturaleza

A veces no hace falta ir muy lejos para vivir una buena aventura. El sábado pasado, junto a un grupo de amigos, decidimos escapar del bullicio de Santo Domingo y hacer una excursión de un día hacia Charco La Jaiba, un lugar poco conocido en Bonao, lleno de verdor, agua fresca y caminos rodeados de vegetación.

Salimos temprano, a las seis de la mañana, en un autobús que rentamos entre todos para dividir los gastos. La emoción se sentía desde el primer momento: mochilas listas y muchas ganas de desconectarnos por un día. Nuestra primera parada fue en Turey, donde hicimos una breve pausa para desayunar y cargar energías antes de seguir la ruta hacia el sendero.

Una vez en el punto de partida, comenzó lo bueno. El camino a Charco La Jaiba es un sendero de unos 5 kilómetros que atraviesa zonas boscosas, cruza ríos y termina en tres charcos impresionantes, cada uno con su propio encanto. El recorrido es suave, con subidas y bajadas leves, ideal tanto para aventureros como para quienes solo quieren disfrutar de un paseo natural sin grandes exigencias físicas.

Yo era el encargado de guiar al grupo, ya que era el único que llevaba el mapa descargado en el celular a través de Wikiloc, una aplicación que siempre recomiendo para este tipo de rutas. Gracias a ella, pudimos avanzar sin perdernos ni depender de señal de internet, que en esa zona prácticamente no existe. Fue divertido verme liderando la caminata, con todos siguiéndome entre risas y bromas sobre si realmente sabía hacia dónde íbamos.

El sendero está rodeado de un paisaje espectacular: árboles altos que cubren el sol, el canto de las aves y el sonido del agua acompañando cada paso. A mitad de camino hicimos nuestra primera parada para refrescarnos en el primer charco, donde el agua estaba tan fría como cristalina. Algunos no esperaron ni un segundo para lanzarse al río, y las caídas graciosas fueron inevitables; esas risas sinceras fueron parte de lo mejor del día.

Seguimos caminando hasta llegar al segundo y tercer charco, los más grandes y profundos. Ahí pasamos más tiempo nadando, saltando desde las rocas y disfrutando del paisaje. Ver cómo el grupo se lanzaba al agua sin miedo, mientras otros dudaban o se reían al intentarlo, hizo que la experiencia fuera aún más memorable. En total, estuvimos unas cinco horas entre caminata, descanso y baño, disfrutando cada momento sin prisa.

Lo que más me gustó de Charco La Jaiba es lo fácil y accesible que resulta. No es un sendero exigente ni peligroso, pero sí ofrece lo mejor de la naturaleza dominicana: agua pura, vegetación abundante y aire fresco. Además, al no ser un lugar tan popular como otros charcos de Bonao, se mantiene tranquilo y sin multitudes, ideal para pasar un día relajado.

 

Consejos para visitar Charco La Jaiba

• Nivel de dificultad: Fácil. Ideal para principiantes, familias y grupos de amigos.
• Qué llevar: Ropa cómoda, calzado que se pueda mojar, agua, snacks, protector solar y una muda seca para después.
• Guía o mapa: No hay señalización ni guías oficiales, por lo que te recomiendo descargar la ruta en una app de senderismo como Wikiloc.
• Clima: Evita los días lluviosos, ya que los ríos pueden crecer rápidamente y hacer el camino peligroso.
• Duración del recorrido: Aproximadamente 5 km (ida y vuelta), unas 4 a 5 horas en total si te detienes a disfrutar los charcos.
• Acceso: Puedes llegar por tu cuenta desde Santo Domingo; solo pagas alrededor de RD$100 para dejar el vehículo en el parqueo.

Dónde comer después de la aventura

Después de tanto caminar y bañarnos, el hambre no perdona. Decidimos ir a Comedor Don Miguel, en Bonao, donde nos recibieron con una comida criolla deliciosa. El menú del día tenía dos opciones: moro con cerdo o arroz, habichuelas rojas y pollo guisado. Ambos platos estaban espectaculares, con ese sabor casero que solo encuentras en el interior del país.

Y para cerrar con broche de oro, hicimos una última parada en los Helados Artesanales, cerca del museo La Voz del Yuna. No exagero cuando digo que esos helados naturales son un 100% recomendados; perfectos para refrescarse después de una caminata bajo el sol.

 Reflexión final

Este tipo de aventuras me recuerdan por qué me encanta recorrer la República Dominicana. Charco La Jaiba no solo es un destino bonito, sino también un recordatorio de lo afortunados que somos de tener tantos rincones naturales por descubrir. No hay nada como desconectarse un día, reír con amigos, respirar aire puro y dejarse guiar por el sonido del agua.

Si te gusta la naturaleza, la aventura y los lugares auténticos, Charco La Jaiba en Bonao definitivamente debe estar en tu lista. No necesitas ser un senderista experto; solo ganas de caminar, mojarte y disfrutar.

 

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