La Ciudad de los Molinos

Este hermoso lugar llamado Zaanse Schans es un Barrio de Zaabdam, una provincia del Norte de Holanda. Es como un museo al aire libre que te transporta a un viaje al pasado. Fue construido en 1850 y muchas de sus edificaciones como los molinos aún están en uso, y por esa razón tu mente piensa que pasaste un portal y llegaste a ese siglo.

Zaanse Schans tiene como atractivo sus majestuosos molinos de vientos, por lo que todo el que va allí le interesa observar y fotografiar estas ingeniosas estructuras de madera.

En este pueblito residen y trabajan muchas personas que laboran todos los días en los molinos, los cuales algunos son talleres o fábricas en donde se elaboran artefactos como los famosos zapatos zuecos, y donde encontramos además granjas de quesos. Otros funcionan como cortes de maderas y diferentes usos artesanales.

Encontrarás tiendas de souvenir, donde me compré una réplica de un molino en cerámica. Hay restaurantes y cafés, donde degustar deliciosas especialidades holandesas. Allí se encuentra todo lo necesario para pasar un día encantador. Cuando estuve de visita, hacia tanto frío que me compré el mejor chocolate caliente que me he bebido lol.

Si andas en un tour, el tiempo pasará rápido, debido a que estos siempre andan con un límite de tiempo. Pero si vas por tu cuenta, tienes la opción de alquilar bicicletas y conocer más de la zona, o tomar un tour en un bote donde apreciaras mejor desde el agua esos maravillosos molinos.

Zaanse Schans se encuentra como a 40 minutos de  distancia de Ámsterdam en bus, y en tren como 20 minutos aproximadamente. La opción de un Tour es fantástica porque si no conoces mucho la zona te facilitara la vida. Si tienes el espíritu aventurero siempre está la opción de andar por tu cuenta.

El tour que tome tuvo un costo de 29 euros, pero me dió la opción de conocer varias ciudades. También está la opción de un tour solo a esa ciudad y contarás con más tiempo, y a la vez, saldrá a menor precio.

Durante todo el año está abierto para el público, y para los que somos de un país caluroso, ir en invierno y otoño con lluvia y frio es más pesado, pero de igual forma su encanto y belleza no se pierde.